Algunas conclusiones extraídas del Estudio sobre hábitos seguros en el uso de las TIC por los menores publicado por el INTECO en Marzo de 2009.
En todas las manifestaciones de interacción y acecho por otras personas, los hijos están más al corriente que sus padres: los índices de conocimiento mostrados por los niños son superiores a los ofrecidos por los adultos.
Es más conocida la existencia de riesgo derivada de las vertientes pasivas de ciberbullying (ser acosado, insultado o amenazado) que de las activas (acosar, insultar o amenazar).
A pesar de ello, los padres consideran más grave el hecho de que sus hijos insulten a otros niños que el de recibir insultos. Muestra, quizás, la preocupación por la educación y valores con que desean que sus hijos se comporten en Internet. En cualquier caso, el comportamiento que más preocupa a los padres es el de tratar con adultos que se hacen pasar por niños.
El 33,3% de los padres y madres conocen el riesgo del ciberbullying pasivo, frente al 42,5% de los menores encuestados. Conocen el riesgo del ciberbullying activo un 21% de los progenitores frente al 34,4% de los chavales.
En cuanto a la consideración de la gravedad de este riesgo, el 53,9% de los padres consideraba el ciberbullying pasivo algo grave y el 34,2% bastante o muy grave. En cuanto al activo lo consideraba algo grave el 38,1% y bastante o muy grave el 47,1%.
La incidencia directa entre los menores encuestados fue del 5,9% en el caso de sufrir ciberbullying (pasivo) y el 2,9% en el caso de realizarlo (activo) sobre otros chavales.