Google Docs, el último juguete para ejercer ciberbullying sin que lo parezca
El ingenio no tiene límites, y mucho menos, cuando de saltarse las reglas se trata. Lo que pudiera parecer un hijo totalmente concentrado en realizar los deberes podría estar escondiendo en realidad a un chaval que utiliza un documento compartido con sus colegas para humillar a uno de sus compañeros de clase. Por muy macabro que parezca, lo cierto es que el sistema de control parental Bark ha sometido a rastreo al Google Docs y ha detectado 60.000 casos de abuso en la aplicación. El proceso es el siguiente: se abre un documento nuevo, enviamos una invitación a colaborar a nuestros amiguis y ¡voilà! He aquí el espacio privado perfecto para hablar, dibujar, insertar tablas, compartir enlaces, subir fotos, publicar gifs o memes y soltar todo tipo de veneno sin levantar sospechas. Luego se borra y si te he visto, no me acuerdo. ¿Quién podría sospechar de un estudiante frente a -lo que a priori parece- una hoja de Word?