Un estudio analiza la relación entre ciberbullying y suicidio en adolescentes
Coincidiendo casi en el tiempo con el caso de Amanda Todd, acaba de presentarse un estudio en la conferencia anual de la American Academy of Pediatrics que analiza 41 casos de menores de 13 a 18 años de EE.UU., Canadá, Reino Unido y Australia que cometieron suicidio tras sufrir ciberbullying. El estudio indica que la mayoría de estos adolescentes habían sufrido bullying tanto dentro como fuera de la Red. Un 24% de los adolescentes eran víctimas de bullying homofóbico, declarándose la mitad de ellos abiertamente homosexual y la otra mitad como heterosexual o sin preferencia sexual definida. También han detectado un aumento del número de suicidios de este tipo en los últimos años (2011 y 2012). Al 32% le habían detectado trastorno del estado de ánimo y a un 15% adicional se le había detectado en concreto depresión. El estudio concluye que aunque el ciberbullying está presente en muchos de estos casos, casi siempre existen otros factores como el bullying cara-a-cara o enfermedad mental. Fuente: Science 2.0
El 81% de los menores españoles se confiesa preocupado por el ciberbullying
Según un estudio elaborado en 25 países y recién publicado por Microsoft, España se sitúa en cifras medias a nivel mundial en cuanto al ciberbullying. El análisis, realizado entre 7.600 chicos de entre 8 y 17 años, muestra que están muy sensibilizados en torno a este problema. Así, el estudio revela que un 63% de los niños españoles afirma saber mucho o algo sobre ciberacoso (conocimiento algo superior a la media de los 25 países analizados: 58%) y hasta un 81% se confiesa preocupado al respecto. El 19% de los encuestados admite acosar a alguien en la Red. Entre el 37% de los jóvenes españoles que son ciberacosados, un 17% admite recibir un trato poco amistoso, un 13% ser objeto de burlas y un 19% ser insultado. Además, las posibilidades de ser víctima de este bullying online se duplican cuando también se es acosador: la tasa de acoso entre quienes se burlan o amenazan a terceros escala hasta el 74% frente al 37% de quienes no. El 71% de los padres habla habitualmente con sus hijos sobre los riesgos que entraña Internet, y casi un 60% que les enseña cómo navegar de forma segura mientras que un 67% de los padres y madres controla directamente el uso que hacen sus hijos del ordenador. Este uso, si es intenso, expone al menor a mayores riesgos, según el informe: más de la mitad de los encuestados asegura que son acosados cuando navegan por Internet más de 10 horas semanales, frente a la
Encuesta internacional: Tres de cada cuatro padres internautas consideran que el ciberbullying requiere medidas específicas
Según una encuesta realizada en noviembre de 2011 por Ipsos para la agencia de noticias Reuters el 12% de los padres (internautas) de todo el mundo asegura que sus hijos han sido acosados en Internet y casi un 25% conoce a un menor que ha sido víctima del denominado ciberbullying. Para el 3% el ciberacoso a sus hijos es algo habitual. El vehículo más frecuente para el ciberacoso son las redes sociales como Facebook, citadas por un 60% de los encuestados. Los dispositivos móviles y los chats figuran casi empatados en siguiente lugar, con un 42% y 40% respectivamente. A continuación se sitúan como medios el email (32%), la mensajería instantánea (32%), otros webs (20%) y otras formas de tecnología (9%). Las excepciones son Sudáfrica (63%), Rusia (59%), Corea del Sur (48%) y Japón (47%) donde los padres afirman que sus hijos son principalmente ciberacosados vía dispositivos móviles, y China donde en el 83% de los casos son salas de chat los lugares donde sucede el ciberbullying. En India están muy igualados los sitios web de redes sociales (55%) y las salas de chat (54%). La encuesta acerca de las intimidaciones, amenazas o acciones intencionadas para avergonzar a un niño o adolescente por parte de otro menor o un grupo de menores a través de TIC como las redes sociales online o los dispositivos móviles, se realizó online entre más de 18.000 adultos usuarios de Internet en 24 países, 6.500 de los cuales eran padres. La concienciación sobre la especifidad
En Australia hay niños que se sienten intimidados por fotos de «sexting» no solicitadas
Cuando la australiana Zoey (nombre ficticio) comenzó en el instituto con 13 años —chica guapa, inteligente y deportista— comenzó también sus primeros flirteos adolescentes. Empezó a enviar SMS a un chico un año mayor que había conocido en verano, y que era uno de los chicos más guays. Una noche el chico le mandó a Zoey un SMS con una petición inesperada: «Mándame una foto». Zoey le preguntó a qué quería que le tomase la foto. «Quítate la ropa», le contestó. Ella no respondió entonces pero el chico continuó acosándola con sus peticiones justificándose con que «todo el mundo lo hace», «no seas estrecha», etc. hasta que una noche ella entró con el teléfonos en el cuarto de baño de su casa, se desvistió y se sacó una foto de cuello para abajo en el espejo. Unos segundos después dio a Enviar y él tuvo su foto. Al de unos días ella tuvo el convencimiento de que el chico había compartido la foto: cuando ella pasaba por el comedor escolar notaba la mirada del grupito de amigos del chico. Pronto comenzó a recibir mensajes de otros chicos pidiéndole fotos. Ahora con 15 años Zoey recuerda: «Pasé por el mismo proceso de nuevo con otros dos chicos». «Yo sólo quería hacer amigos y ser popular, y pensaba de verdad que si accedía ellos serían mis amigos.» Meses después, cuando las sonrisitas en el insituto fueron demasiado para soportar en solitario, Zoey se derrumbó llorando en casa y sus padres lo descubrieron.
Colegios que no quieren y policías que no saben actuar frente al ciberbullying
Susan McLean, experta en ciberseguridad australiana y asesora de gobierno y escuelas de aquel país, criticó a los responsables de un colegio de secundaria de Cranbourne (Victoria) y a las autoridades policiales por no haber protegido a una víctima de un caso de ciberbullying que se produjo la pasada semana por medio de Facebook. El director del colegio afirmó no tener poder para actuar porque los comentarios contra esta chica de 8º curso (13-14 años) habían sido realizados fuera del horario escolar y se limitó a aconsejar a los padres que acudiesen a la policía. Según justificó, el centro no podía hacer nada, aunque el abuso se hubía originado en el patio del colegio. Para McLean este tipo de actitudes son como esconder la cabeza en la arena frente a un problema grave y en auge, ante el que “el colegio debe actuar, puesto que víctima y abusón acuden ambos al centro, y este tiene un deber de proteger a sus estudiantes. Se trata de un caso de un alumno que sufre por las acciones de otro alumno. Aunque suceda por la noche, las consecuencias están en el centro al día siguiente”. La experta califica estas actitudes de arcaicas, propias de los colegios hace 5 ó 6 años, pero que ya no se justifican hoy en día, cuando la extensión del problema hace necesarias políticas y protocolos para hacer frente a situaciones de ciberbullying. Según la madre de la alumna abusada, esta ha estado sufriendo abusos desde que entró en