Ciberbullying, acoso en la pantalla
El ciberbullying es una gran preocupación desde hace años en algunos países (Reino Unido, EE.UU, Canadá, Australia…) por cuanto instaura la violencia en el ciberespacio con graves consecuencias para las víctimas. “Tras haber pasado tanto tiempo tratando de proteger a los menores de las personas adultas con malas intenciones, nunca imaginé que dedicaría tantos esfuerzos a protegerles de ellos mismos”, resumen Parry Aftab en su guía sobre ciberacoso. Bombardear con mensajes intimidatorios o insultantes, crear páginas web ridiculizantes, hacer correr bulos… son algunas formas del acoso online. ¿Qué se entiende por Ciberbullying? Simplificando, y tomando como referente la acepción común de bullying, se entiende por ciberbullying o ciberacoso el maltrato sicológico continuado entre iguales usando las nuevas tecnologías online, es decir, en el “ciberespacio”. En detalle: Quedan excluidas las acciones puntuales (al igual que un menor no es víctima de bullying porque de manera aislada sufra una agresión física o verbal). Sin restar importancia a estos sucesos, que pueden tener serios efectos para la víctima y constituir un grave delito, un hecho aislado no sería ciberacoso. Hay que descartar también el acecho con fines de índole sexual, que en el caso de ser ejercido por adultos se denomina “grooming”. Víctimas y acosadores son de edad similar, los “iguales”. Se extiende al entorno virtual del menor (Internet, telefonía móvil y videojuegos online multijugador). ¿En qué se diferencia el ciberbullying del bullying? Los efectos: Por desgracia, no son menos graves que los del bullying. Aunque no haya agresiones físicas, las consecuencias sicológicas