Un estudio analiza la relación entre ciberbullying y suicidio en adolescentes
Coincidiendo casi en el tiempo con el caso de Amanda Todd, acaba de presentarse un estudio en la conferencia anual de la American Academy of Pediatrics que analiza 41 casos de menores de 13 a 18 años de EE.UU., Canadá, Reino Unido y Australia que cometieron suicidio tras sufrir ciberbullying. El estudio indica que la mayoría de estos adolescentes habían sufrido bullying tanto dentro como fuera de la Red. Un 24% de los adolescentes eran víctimas de bullying homofóbico, declarándose la mitad de ellos abiertamente homosexual y la otra mitad como heterosexual o sin preferencia sexual definida. También han detectado un aumento del número de suicidios de este tipo en los últimos años (2011 y 2012). Al 32% le habían detectado trastorno del estado de ánimo y a un 15% adicional se le había detectado en concreto depresión. El estudio concluye que aunque el ciberbullying está presente en muchos de estos casos, casi siempre existen otros factores como el bullying cara-a-cara o enfermedad mental. Fuente: Science 2.0
Un nuevo suicidio adolescente a causa del ciberacoso conmociona los Estados Unidos
James Rodemeyer, de 14 años, se cansó de soportar las burlas de sus compañeros por su condición homosexual y decidió quitarse la vida tras dejar un mensaje de despedida en las redes sociales. A través de sus cuentas de Twitter, Facebook y en su blog James venía contando desde hace unos meses los padecimientos que sufría en la escuela. También protagonizó un video de la serie It Gets Better (“La cosa mejora”), de Youtube que pretende animar a adolescentes gays a superar la fase del instituto explicándoles que una vez acaban el bachillerato, la situación mejora. Lady Gaga (de quien usó el chico un verso de una canción en su mensaje de despedida en Facebook) manifestó su tristeza y enfado en Twitter y anunció su intención de reunirse con el presidente de los EE. UU. para mejorar la lucha contra el acoso escolar. También Ricky Martin mostró su reacción por medio de las redes sociales: «Cuántas vidas tenemos para perder para finalmente detener el acoso, el odio, la intolerancia, el abuso». Precisamente fue en las redes sociales donde el adolescente vio su situación empeorar, al ver cómo se añadían insultos y mensajes que le deseaban la muerte, al acoso verbal y físico que ya sufría en el instituto. Según su madre, el adolescente aparentemente había aprendido a soportar estos ciberabusos. Fuentes: La Razón (Argentina) y N.Y. Daily News
En Australia hay niños que se sienten intimidados por fotos de «sexting» no solicitadas
Cuando la australiana Zoey (nombre ficticio) comenzó en el instituto con 13 años —chica guapa, inteligente y deportista— comenzó también sus primeros flirteos adolescentes. Empezó a enviar SMS a un chico un año mayor que había conocido en verano, y que era uno de los chicos más guays. Una noche el chico le mandó a Zoey un SMS con una petición inesperada: «Mándame una foto». Zoey le preguntó a qué quería que le tomase la foto. «Quítate la ropa», le contestó. Ella no respondió entonces pero el chico continuó acosándola con sus peticiones justificándose con que «todo el mundo lo hace», «no seas estrecha», etc. hasta que una noche ella entró con el teléfonos en el cuarto de baño de su casa, se desvistió y se sacó una foto de cuello para abajo en el espejo. Unos segundos después dio a Enviar y él tuvo su foto. Al de unos días ella tuvo el convencimiento de que el chico había compartido la foto: cuando ella pasaba por el comedor escolar notaba la mirada del grupito de amigos del chico. Pronto comenzó a recibir mensajes de otros chicos pidiéndole fotos. Ahora con 15 años Zoey recuerda: «Pasé por el mismo proceso de nuevo con otros dos chicos». «Yo sólo quería hacer amigos y ser popular, y pensaba de verdad que si accedía ellos serían mis amigos.» Meses después, cuando las sonrisitas en el insituto fueron demasiado para soportar en solitario, Zoey se derrumbó llorando en casa y sus padres lo descubrieron.
Un caso de ciberbullying mediante difusión de sexting grabado mediante webcam, acaba en suicidio
Tyler Clementi, alumno de primer curso en la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey, EEUU), murió tras saltar del puente de George Washington después de que unos compañeros grabasen con una webcam y emitiesen por Internet un encuentro sexual de este chico de 18 años con otro hombre. Los presuntos autores, el compañero de cuarto y otro compañero de clase, han sido acusados de atentar contra la intimidad y se enfrentan a posibles penas de hasta 5 años de prisión, con posible agravante como crimen de odio contra los homosexuales. Uno de ellos incluso intentó realizar una nueva trasmisión de otro encuentro sexual de Clementi justo el día antes del suicidio. Este chico escribió en su cuenta de Twitter: “Mi compa de cuarto me ha pedido que le deje la habitación hasta medianoche. Fui al cuarto de Molly y encendí mi webcam. Le vi haciéndoselo con un tío!” Anteriormente había contado a sus amigos vía chat que en la universidad le iba bien y que su compañero de cuarto era guay. El caso ha conmocionado especialmente a la comunidad homosexual: “Si hubiese tenido relaciones con una mujer esto no hubiese pasado”, afirmó una compañera de la universidad. Según datos recopilados por Associated Press, ha habido al menos 12 casos en los EEUU desde 2003 en los que muchachos de entre 11 y 18 años se han suicidado a causa de diversas formas de ciberbullying: entre ellos están el conocido caso de Megan Meier (13 años) y el reciente de Alexis Pilkington
Más de la mitad de los jóvenes no-heterosexuales sufren ciberbullying
Según una encuesta del Center for Disease Control la presencia de este problema alcanza a entre el 9 y el 35% de todos los jóvenes, siendo mayor entre los jóvenes homosexuales, bisexuales o transexuales (hasta el 54% según otro estudio de la Universidad estatal de Iowa).