Casi 13% de adolescentes brasileños usa el móvil para realizar ciberbullying
¿Cómo utilizan la tecnología los niños, niñas y adolescentes brasileños? ¿Cual es la influencia que tienen estos dispositivos y servicios en su comportamiento, aprendizaje y su capacidad de socialización? Estas son cuestiones abordadas por la investigación que la Fundación Telefónica Vivo, en colaboración con el Foro Generaciones Interactivas, Ibope y la Escuela del Futuro (USP) han llevado a cabo. En el estudio se entrevistó a 18.000 niños, niñas y adolescentes de edades comprendidas entre los 6 y los 18 años. Estos menores son estudiantes de escuelas públicas y privadas, tanto de zonas urbanas como de zonas rurales de cinco regiones del país. “Con esta muestra, creemos tener una imagen bastante representativa de la generación futura, quienes ya están utilizando tecnologías punteras”, dijo Antonio Carlos Valente, presidente del Grupo Telefónica en Brasil. En su opinión, además de ser un instrumento de mejora, la investigación tiene la función de proporcionar subvenciones para el desarrollo de acciones relacionadas con la innovación educativa: “Cuanto más conocemos a los niños y jóvenes que han nacido conectados, los llamados nativos digitales, podremos hacer mejores planes de aprendizaje y promover el uso responsable de las pantallas digitales”. Algunas de las Estadísticas del estudio Brasil cuenta con un 45% de hogares con computador, y hasta un 38% de hogares conectados a Internet. El grado de penetración de las nuevas tecnologías es mayor en el sur que en el norte. En zonas rurales, hasta un 90% de los hogares no cuentan con conexión a Internet. Para qué usan Internet:
Del sexting al suicidio, pasando por el ciberbullying o la sextorsión
(Artículo de Jorge Flores para SER Consumidor, de la Cadena SER.) Pero, ¿qué es el Sexting? Sexting, en su significado más puro y actual, es la producción de imágenes propias (fotografías o vídeos) de alto contenido erótico o pornográfico y su envío a otra persona mediante el teléfono móvil. Realizar sexting, por lo tanto, no supone un daño en sí mismo para quien lo realiza salvo que su producción o envío pudiera tener consecuencias legales directas, como ocurre en alguno de estos casos donde, por ejemplo, la imagen: puede ser calificada de pornografía infantil. incluye otras personas que no han consentido su producción o difusión. es de alto voltaje y enviada a menores o incapaces. ¿Por qué es una práctica de riesgo? Pongamos el caso de una mujer adulta que genera un vídeo íntimo de sí misma, donde puede ser reconocida, y lo envía a su pareja con el deseo y convencimiento de que no será compartido con nadie. Los problemas pueden comenzar cuando esas imágenes llegan a otras personas, son publicadas online, o están en manos de un chantajista que, en ocasiones, puede incluso ser el destinatario original del envío. Si la fotografía o grabación alcanza difusión pública, bien por haber sido publicada en Internet, bien porque se ha distribuido entre smartphones de forma profusa se produce una primera afectación del honor, la intimidad y la propia imagen. Este problema en muchas ocasiones viene aderezado con hostigamiento social que, en el caso de una persona pública como Olvido Hormigos,
El ciberbullying, uno de los principales riesgos para los niños en Internet, según investigadores de UNICEF
El Centro de Investigación Innocenti (IRC) de la UNICEF en Florencia (Italia) acaba de publicar su informe Child Safety Online: Global challenges and strategies en el que presentan las amenazas para la seguridad y los derechos de los niños con respecto a Internet y otras TIC. Este entorno digital, según se admite en la presentación del informe, carece de diferenciación con respecto al mundo offline para los menores, que pasan de uno a otro de manera natural. Según el director del IRC, Gordon Alexander, «cada vez más niños no pueden apenas imaginar la vida sin su perfil de las redes sociales». Advierte Alexander de que la brecha digital entre menores y sus padres es mayor en los países menos desarrollados, mientras se reduce en los industrializados, al tiempo que recalca la oportunidad que suponen que los chicos más expertos y conscientes de los riesgos de la Red ayuden a los más pequeños a conocerlos y evitarlos: de hecho, varios estudios muestran que los chicos se ven como protectores online de otros chicos. Aunque los menores deben ser escuchados sobre estas cuestiones —indica Alexander— no se debe sobrevalorar su capacidad de autoprotección. Es responsabilidad de los adultos (progenitores, docentes, instituciones, empresas…) proporcionarles un entorno online seguro donde también hacer efectivos los derechos fundamentales que les reconoce la Convención de Derechos de la Infancia al conocimiento, la participación, el ocio y el juego. Con respecto a la evolución prevista en los países menos desarrollados, el informe insiste en lanzar la advertencia de
Un caso de ciberbullying mediante difusión de sexting grabado mediante webcam, acaba en suicidio
Tyler Clementi, alumno de primer curso en la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey, EEUU), murió tras saltar del puente de George Washington después de que unos compañeros grabasen con una webcam y emitiesen por Internet un encuentro sexual de este chico de 18 años con otro hombre. Los presuntos autores, el compañero de cuarto y otro compañero de clase, han sido acusados de atentar contra la intimidad y se enfrentan a posibles penas de hasta 5 años de prisión, con posible agravante como crimen de odio contra los homosexuales. Uno de ellos incluso intentó realizar una nueva trasmisión de otro encuentro sexual de Clementi justo el día antes del suicidio. Este chico escribió en su cuenta de Twitter: “Mi compa de cuarto me ha pedido que le deje la habitación hasta medianoche. Fui al cuarto de Molly y encendí mi webcam. Le vi haciéndoselo con un tío!” Anteriormente había contado a sus amigos vía chat que en la universidad le iba bien y que su compañero de cuarto era guay. El caso ha conmocionado especialmente a la comunidad homosexual: “Si hubiese tenido relaciones con una mujer esto no hubiese pasado”, afirmó una compañera de la universidad. Según datos recopilados por Associated Press, ha habido al menos 12 casos en los EEUU desde 2003 en los que muchachos de entre 11 y 18 años se han suicidado a causa de diversas formas de ciberbullying: entre ellos están el conocido caso de Megan Meier (13 años) y el reciente de Alexis Pilkington